No solo los niños cambian a medida que se hacen mayores, también tienen que hacerlo sus habitaciones. Con la adolescencia surgen nuevas necesidades que harán imprescindibles una serie de elementos en la decoración de su cuarto.
Escuchalos, trabaja con ellos y ayudalos a crear un espacio que sientan como propio y en el que puedan descansar, estudiar y compartir su tiempo libre con los amigos.
Hacelos partícipes de la decoración de su dormitorio. Aunque es necesario asesorarlos correctamente y marcar límites, para conseguir que la decoración de su habitación se convierta en un proceso entretenido con el que ellos se sientan a gusto con el resultado final, lo más adecuado es que participen activamente en cada decisión, ya que el diseño y distribución de su espacio tendrá que reflejar su propia personalidad, algo muy importante a partir de esta edad.
Concedeles cierta libertad para elegir los colores, tipo de mobiliario y complementos. Aunque en ocasiones pueda costarte reprimirte, negociá solo con ellos las decisiones que considerés más desafortunadas. El factor más importante que en cualquier caso debe primar es que su habitación sea funcional y cómoda.
Los colores más adecuados. Su elección será fundamental para transmitir una sensación u otra. A continuación te resumimos las gamas de color más habituales en un cuarto juvenil y con qué criterio deben elegirse:
- El azules un color ideal para adolescentes que precisen calma y relajación. Perfecto también para las zonas de estudio,
pues favorece la concentración. - Aunque el rojo puede parecer demasiado agresivo, bien combinado con tonos neutros como el blanco y el gris les aportará fortaleza y dinamismo. Ideal para adolescentes con poca energía.
- Utiliza el verde en tonalidades claras si tus hijos precisan de una dosis extra de relajación.
- La gama de los rosados y violáceos resulta una opción idónea para los adolescentes que necesiten potenciar su lado más creativo y la capacidad de comunicación, debido al simbolismo que los caracteriza: feminidad, fantasía y misterio.
- El amarillo debería quedar relegado a utilizarlo en pequeños detalles en la zona de descanso, aunque es cierto que se trata de un buen color para el área de estudio ya que representa el intelecto, fomenta la actividad mental y la creatividad.
- El color blanco resulta perfecto para crear dormitorios luminosos y tranquilos, incluso en la zona de estudio, con el que conseguirás una atmósfera serena y apacible, a la par que ordenada y limpia.
Diseñá y distribuí la zona de estudio ideal. A medida que se hacen mayores, la zona de estudio va adquiriendo una mayor importancia, por lo que es fundamental tratarla como algo primordial.
Procurá que la mesa no esté situada junto a la cama. Evitarás distracciones y la tentación de tumbarse a descansar cuando están estudiando.
Del mismo modo, intentá ubicar el escritorio cerca de la entrada de luz natural pues mejora su rendimiento académico y es bueno para su vista, uno de los factores que más perjudican e impiden la correcta concentración.
Completá su área de trabajo con estantes, librerías y cajoneras de modo que puedan tener a mano todo aquello que necesitan para estudiar cómodamente, sin tener que levantarse. No te olvidés de la silla, los adolescentes necesitan estar muchas horas sentados frente al ordenador y los libros, por lo que es fundamental que se sientan cómodos. Elegí un modelo ergonómico con reposabrazos y altura regulable que facilite una postura correcta.
Con gran capacidad de almacenaje. En la época de la adolescencia, el orden es un factor que no se resuelve con facilidad ya que recoger el dormitorio es algo que no entra dentro de sus prioridades. Por este motivo resulta esencial que dispongás de recursos para facilitarles que su habitación luzca siempre despejada con un esfuerzo más bien mínimo. Si colocás armarios, cómodas, cajoneras organizadoras y baúles donde puedan guardar y tener a mano todas sus cosas con facilidad, conseguirás que su espacio resulte mucho menos caótico.
Creá una zona de descanso. Si las dimensiones del dormitorio lo permiten, introduce una zona de relax para que tus hijos mayores tengan un espacio propio y privado en el que escuchar música, leer un libro o charlar con sus amigos. Además, así agradecerás no tenerlos ocupando el salón junto a sus amigos en sus momentos de ocio.
Toques personales. Animalos a que decoren su cuarto con detalles o piezas hechas por ellos mismos y que, a ser posible, hagan referencia a sus aficiones: unos estantes realizados con patinetas, un cabecero diseñado con una tabla de surf o un gran mural decorativo que haga alusión a su deporte favorito. Sentirá que su dormitorio es único y totalmente personalizado, por lo que disfrutará todavía más de su espacio privado.