Muchos planean hacer cambios importantes en su vida o adquirir nuevos hábitos. Estos deberían venir con una limpieza profunda en cada rincón de tu hogar. ¡Dicho lo anterior manos a la escoba y que empiece a relucir tu casa!
Empecemos con tus cosas personales:
El armario: Tener más de la cuenta no ayuda, conservá lo básico y lo que podés combinar fácilmente, la ropa con la que te sentís mejor y que esté en buen estado. Lo demás que tengás porque creés que “algún día lo vas a usar” es mejor regalarlo.
No más papeles: Es una mala costumbre conservar todos los recibos y facturas que recibimos a lo largo del año. Llegó el momento de eliminar todo aquello que no vas a volver a leer o documentos que te trajiste del trabajo. Una buena opción es reciclarlos, así también ayudás al ambiente.
Adiós al maquillaje y productos de belleza acumulados: Es tiempo de hacer una limpieza especial de tus productos personales. Quizás conservás sombras que llevan años en tu cosmetiquera o esmaltes secos. Recordá que todo tiene fecha de vencimiento y que por tu salud es mejor desecharlos.
El turno de espacios comunes o familiares:
El cuarto de los niños: Es importante enseñarles desde pequeños a ser ordenados y conscientes que hay cosas que no necesitan. Pensá en colocar estantes o cajones donde deban seguir colocando cada uno de sus juguetes. Todo debe de tener un orden.
Otros espacios: Tu refrigeradora, despensa, gavetas, muebles e incluso debajo de tu cama, deben de estar llenos de objetos / alimentos innecesarios. No olvidés recorrer todos los rincones tu casa para que siempre tengás espacios limpios y ordenados.
Si te vas a mudar a uno de nuestros Condominios, podés aprovechar para eliminar cosas que no necesitás. Y por fin, después de una verdadera limpieza profunda viene un merecido descanso. Imaginate en nuestros espacios de descanso: zonas verdes, rancho, ciclovías y más.